JARDÍN TROPICAL: Mediante una elección de plantas adecuadas se pueden recrear jardines tropicales en cualquier zona, aunque se recomienda que se construyan en zonas preferentemente húmedas y de temperaturas estables. Se diferencian de otros jardines por proporcionar zonas densas de vegetación, con plantas coloridas y grandes hojas que se encuentran de forma desordenada formando pequeños caminos en sombra. No necesitan de poda, ya que buscan una sensación de naturaleza salvaje. También se recomienda la utilización de estanques.
JARDÍN SECANO: Este es otro de los tipos de jardines que están compuestos en su totalidad por plantas capaces de adaptarse a condiciones de bajo riego y que tan solo necesitan para su crecimiento el aporte de agua proveniente de la lluvia. Para ello, se recomienda arar y oxigenar la tierra utilizada para su creación para favorecer el crecimiento de las plantas. Del mismo modo, es común encontrar en ellos plantas desérticas y árboles con copas grandes o globosas, al igual que ocurre en el jardín mediterráneo, para guardar del calor al resto de especies que conforman el jardín
JARDÍN MEDITERRÁNEO: La función del jardín mediterráneo es resguardar del calor, por lo que se utilizan plantas típicas de la región que sean resistentes al calor y la falta de agua. Por ello, se buscan árboles con copa globosa para conseguir la mayor sombra posible. También es común ver árboles frutales y rocallas con plantas aromáticas, como el romero. Los elementos estructurales suelen estar pintados de color blanco.
JARDÍN ÁRABE: Los árabes diseñaron estos jardines para disfrutar del sonido del agua y de largos paseos rodeados de plantas aromáticas y con flor. Es un lugar creado para la reflexión, por lo que sus espacios se encuentran tras estrechos pasajes y celosías. El agua es el elemento principal del jardín.El jardín árabe se encuentra en las grandes acequias centrales, fuentes y surtidores, siempre acompañados por estructuras como puertas con arco y bóvedas, todas decoradas con azulejos de colores vivos y otras piezas talladas sobre la piedra.
JARDÍN FRANCÉS: Los jardines franceses se basan en la geometría. Cada elemento se encuentra situado en armonía con el resto en busca de puntos de fuga precisos para dar sensación de amplitud.Los setos y otros elementos vegetales se tratan para conseguir la forma deseada. El agua también es un elemento fundamental en el jardín francés, utilizada tanto en grandes fuentes como en pequeños surtidores. Al ser jardines bajos, siempre cuentan con una zona elevada, preferiblemente un balcón, para poder observarse con todo detalle.
JARDÍN INGLES: Los jardines ingleses se caracterizan por crear entornos que recuerdan a parajes completamente naturales. En su esfuerzo por conseguir esta sensación, trabajan hasta el más mínimo detalle para que los jardines se adapten a entornos urbanos. Una de sus características principales es la utilización del agua como elemento central. Se utilizan lagos, estanques y fuentes como parte de un paisaje más salvaje y natural. Los setos se podan lo justo para que no invadan demasiado, pero como delimitadores de los senderos que llevan a descubrir los rincones únicos del jardín.
JARDÍN JAPONÉS: El jardín japonés es uno de los más valorados por su complejidad y búsqueda de la perfección a la hora de recrear zonas naturales típicas de los grandes bosques y montañas en espacios reducidos.Los elementos fundamentales son las rocas, el agua y una vegetación que se deja crecer de forma natural. Además, los elementos arquitectónicos son introducidos en el jardín buscando una armonía con el paisaje. De ahí que haya una relación estrecha entre los puentes que cruzan las lagunas, o las casas de té que se disponen tras un paseo entre los árboles y arbustos del jardín. Otra particularidad son los elementos de tipo zen, que se colocan para maximizar la sensación de paz y reflexión .
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